Escucha tu Corazón

¡Cambia, cambia, que te dice tu Alma… que te grita tu espíritu!

Si, así como me lees, sé que, a ti, al igual que a mí, muchas veces hacemos actividades o cumplimos con responsabilidades y lo hacemos de la mejor manera, porque dentro de mis creencias esta la frase: “si vas a hacer algo, hazlo bien, se buena en lo que hagas, para sentirte bien y te agradezcan”, no como les decían a otros de mi generación si vas a ser peluquera, que seas la mejor peluquera de la ciudad.

Pero el hecho de hacer lo que hagas, y lo hagas bien, sientes que tu corazón no late de emoción, sino por obligación. Si así es, probablemente hacemos cosas que nos llenan porque tiene que ver con nuestros conocimientos, o nuestra experiencia, pero mientras lo haces te sientes bien, pero ya luego sientes que no debes seguir haciéndolo, que te desgasta, o te quita tiempo para hacer otras cosas, o no te genera las ganancias que tú crees merecer. ¿Por qué me pasa esto?

Porque no escuchamos a nuestro corazón, quien nos guía hacia nuestro bienestar integral, es decir, en nuestros campos de acción: físico, mental, emocional y espiritual. Nuestro corazón se manifiesta en cualquiera de estos campos para que frenes y hagas lo que te corresponde, que es hacer lo que haces con amor, desde el amor y por amor. Entonces vives enamorada de lo que haces, con una pasión intensa y plena de felicidad.

Voy a darte un ejemplo, me encanta dar clases y disfruto mucho al hacerlo, cuando emigré, comencé con mi experiencia virtual, y me formé en habilidades digitales para cautivar a mi audiencia. Soy feliz dando clases, desarrollando los contenidos y el diseño instruccional para alcanzar los objetivos, pero para tener estudiantes/participantes en mi emprendimiento debía desarrollar dentro del Plan de Negocios de mi marca, el plan de ventas, con embudo de ventas, redes sociales al tope, y el proceso de preventa, la venta en sí misma, y la post venta. Aunque mis clases tratan de eso, porque es parte del emprendimiento, su ejecución no me hace feliz, me desgasta, me resta tiempo y no me genera las ganancias esperadas. Es a esto que me refiero, esa parte de emprender altera mi corazón, lo acelera al punto de palpitaciones muy agitadas, y hasta después de dar el curso, me siento así.

¿Que estoy haciendo? No estoy siguiendo a mi corazón, todo lo contrario, a cuando hice radio, estaba en la pre, en la pro y en la posproducción y también ejecutaba el plan de ventas, pero con fluidez y me sentía super feliz, mis oyentes, mis clientes y mis colegas, todos me felicitaban constantemente. Mi corazón latía de emoción, lleno de alegría y satisfacción.

Así que te invito a que escuches tu corazón, y te dejes guiar por lo que verdaderamente te hace feliz, porque lo haces con amor, te genera amor y se desenvuelve en amor.

Después de hacer mi tarea, de año nuevo (busca mi artículo anterior) dentro de las cosas que escribí, es que no quería más el estrés de las ventas de un negocio digital, y revise con calma y escribiendo, con que me quedo, haciendo ejercicios de autoconocimiento para ayudarme, determine dar pausa a la Coach y Mentora de Emprendedores y Emprendedoras y encontré que la manera en la cual, quiero y debería seguir contribuyendo con la humanidad, desde mis conocimientos, experiencias y habilidades es escribiendo y ofreciendo conferencias, porque hoy a mis 57 años, es lo que me hace feliz, fluyo y me dejó llevar, las palabras vienen a mí y yo me desbordó al escribir y quienes me leen en mi blogs, siempre me dejan comentarios maravillosos. Eso me da gozo.

Escucho mi corazón y con amor, no escribo canciones, pero si con dedicación y con vocación de servicio, escribo para quien quiere leer y aprender, desde lo que yo he aprendido y lo que he vivido. AhoraMaryAngel es… una nueva mujer que desde su corazón se entrega, porque emprender cada vez, otra vez, es crecer.

Mary Angel